El barro superficial o arcilloso tiene un comportamiento muy parecido al que podemos encontrar en la conducción sobre nieve o hielo.
En este tipo de barro el problema no es tanto el enterrarnos, como en el caso del barro profundo o blando, sino la pérdida de tracción provocada por la falta de adherencia de las ruedas, ya que éstas tienden a “patinar”, al llenarse de barro, y los tacos pierden su función, por lo que el vehículo puede quedar inmovilizado.
Además, en el caso de zonas con pendiente es realmente peligroso, puesto que nuestro vehiculo puede deslizarse sin nuestro control, incluso teniendo el freno pisado. Por lo tanto, en el caso de que tengamos barro superficial, algo de pendiente y una fuerte caída (barranco o similar), lo mejor es desistir del paso por esa zona y buscar una pista alternativa.
En general, el barro superficial más peligroso es el de color rojizo, que es extremandamente deslizante.
¿Entonces, Que hacer?
Para pasar sobre este tipo de barro, mantendremos una velocidad moderada, evitaremos acelerar de forma agresiva. En el caso de que la cola del vehículo derrape, giraremos el volante en la dirección del derrape, luego daremos un suave toque al acelerador hasta que se enderece. Evitaremos tocar el freno para evitar hacer un trompo, tal y como haríamos en caso de circular sobre hielo.
Si hay pendiente y el vehículo empieza a desplazarse lateralmente, giraremos la dirección ligeramente hacia arriba y aceleraremos suavemente para que las ruedas “muerdan” el terreno y avance.
Ruedas para conducir en Barro
En este tipo de barro se recomiendan ruedas; finas, altas y con tacos. Esta configuración es la mejor, ya que tienden a “clavarse” y buscar el suelo duro, Por otro lado las más grandes y lisas son las más propensas a perder tracción ya que literalmente “flotan” sobre el barro.